El proyecto se compone de dos edificios gemelos que se integran con coherencia en el tejido urbano, proponiendo una fachada regular que dialoga de forma equilibrada con su entorno. Un anillo perimetral de terrazas de un metro de ancho genera espacios exteriores privados y actúa como filtro solar pasivo durante el verano. La planta baja combina accesos y servicios al norte con locales comerciales abiertos al sur, favoreciendo la actividad urbana y la continuidad con el espacio público.

Entre los volúmenes se configura una plaza interior de carácter íntimo, pavimentada con distintos grados de permeabilidad para facilitar la infiltración del agua de lluvia y la recarga freática. La vegetación, situada en las zonas más sombreadas, ayuda a retener la humedad y crear un microclima húmedo y fresco.

El aparcamiento se resuelve mediante medias plantas reversibles, con ventilación natural y contacto directo con la vegetación, reduciendo el movimiento de tierras y la dependencia de sistemas mecánicos.

Los 25 apartamentos de cada edificio siguen una estructura modular en madera contralaminada (CLT), que permite la prefabricación, la eficiencia constructiva y la reducción de emisiones de CO₂. Las estancias, todas de proporciones equivalentes, se conciben como espacios neutros y flexibles, adaptables a las necesidades de los usuarios.

El diseño bioclimático garantiza iluminación natural, ventilación cruzada y control solar mediante voladizos y vegetación caduca. La combinación de cubiertas verdes, sistemas fotovoltaicos y aerotermia centralizada asegura una alta eficiencia energética y un confort sostenible a lo largo del año.